La gulujuria es el supremo pecado capital, causa de tantos estremecimientos y evocaciones. El erotismo en estado más puro está sin duda escondido en la comida, como bien nos cuenta Clint Eastwood en su último regalo:
Más allá de la vida. Ya sabéis de qué escena hablo, aquella con Matt Damon y
Bryce Dallas Howard...
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Uhmmm... mango |
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