lunes, 16 de mayo de 2011

Experiencias Cercanas a la Muerte

Hace tiempo que quería hablar sobre el tema y aprovecho ahora que me he topado con un interesante reportaje de Documentos TV del 23 de enero del 2005.

Yo he conocido personalmente al menos a 3 personas que han tenido Experiencias Fuera del Cuerpo, incluso repetidas veces. Muchas de estas experiencias son totalmente subjetivas, por lo que se suele argumentar que la liberación de ciertas substancias químicas o la estimulación con campos electromagnéticos puede dar lugar a sensaciones parecidas, y que por lo tanto pueden no ser más que alucinaciones causadas por procesos que no entendemos bien. 

De acuerdo hasta aquí, pero este tipo de argumentación queda desacreditada en el caso de las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM). Estas se dan en personas que han estado clínicamente muertas, es decir, sin actividad cerebral además de en parada cardio-respiratoria. Algunos de las personas que han tenido esta experiencia son capaces de describir sucesos o conversaciones que han tenido lugar cuando a su cerebro no llegaba oxígeno y este no tenía actividad eléctrica.

Ante estos hechos se me ocurren principalmente dos posibilidades:
  1. Estas personas mienten como bellacos, y los médicos, enfermeros y científicos que estudian estos casos son cómplices del engaño.
  2. El cerebro no es realmente el origen de la conciencia, o al menos no lo es en la forma más simplista, mediante conexiones sinápticas y neurotransmisores varios.
Podría ser que el cerebro sí generase la conciencia pero lo haciese mediante una física que no conocemos, y que permanece activa cuando no hay actividad cerebral medible (en este caso nos encontraríamos con el problema médico de cómo determinar cuándo alguien está realmente muerto). O bien podría resultar que el órgano no es más que una antena, un receptor o aglutinador de una conciencia externa. De cualquier forma estas experiencias parecen reforzar la idea de que la mente tiene un fuerte componente no-local, y que puede en ciertas circunstancias acceder a información que no estaría disponible por canales (percepción) convencionales.

Para ampliar información, he encontrado que el artículo de Wikipedia sobre el tema (en inglés) está bastante bien, a día de hoy.


Dicho popular del Levante Almeriense

Si tu mujer te dice que te tires por un tajo, pídele a Dios que sea bajo.

miércoles, 13 de abril de 2011

"Vida extraterrestre y censura"

Con este valiente título ha colgado recientemente N. Chandra Wickramasinghe un artículo en astro-ph, en que habla de indicios de vida extraterrestre, eso sí, microbiótica. Para los enteradillos, el autor ha trabajado con Halton Arp y Fred Hoyle, y es director del Cardiff Center for Astrobiology.

El archivo astro-ph es, en mi opinión, uno de esos grandes inventos que han venido de la mano de internet. Consiste en un archivo gratuíto y de acceso libre para artículos científicos de astrofísica. Sus grandes virtudes son: por un lado, el poner al alcance de todos el acceso a artículos que suelen aparecer en publicaciones profesionales de pago, y cuya subscripción mucha gente trabajando en países en desarrollo no se puede permitir; y por otro lado promueve la difusión de ideas heterodoxas, contrapuestas a la corriente principal, favoreciendo con suerte los posibles cambios de paradigma. Sin embargo, muchos artículos en astro-ph no han sufrido un arbitraje externo, a diferencia de las revistas profesionales. Este arbitraje teóricamente elimina la investigación de baja calidad, pero también sirve de barrera contra toda idea que se aparte demasiado de la ortodoxia científica. Con un artículo sin arbitraje, como éste, el análisis crítico del contenido es responsabilidad exclusiva del lector.

El artículo de Wickramasinghe se basa en tres presuntos indicios de vida con origen extraterrestre:
  1. La huella de material orgánico en la luz infrarroja proveniente del polvo interestelar y de cometas (aparentemente similar a la que produce la descomposición de bacterias terrestres E. coli)
  2. Estructuras microscópicas encontradas en varios meteoritos, similares a microfósiles terrestres
  3. Microorganismos, dispersos y en aglomerados, encontrados en la estratosfera terrestre (al menos a 40 km de altura) 
Figura 2 de Wickramasinghe (seminario en Cardiff)

En mi opinión, al artículo le falta comentar con más profundidad las críticas a estas evidencias y contraargumentarlas, pero creo que es de lectura interesante en cuanto a la sociología asociada a la ciencia y la oposición feroz que han encontrado estos grupos en las últimas décadas. La ciencia de verdad, no la definición del mundo de las ideas que nos presentan los libros, la hacen personas, y por lo tanto está empapada de los mismos procesos sociológicos que toda actividad humana.

martes, 5 de abril de 2011

Gulujuria

La gulujuria es el supremo pecado capital, causa de tantos estremecimientos y evocaciones. El erotismo en estado más puro está sin duda escondido en la comida, como bien nos cuenta Clint Eastwood en su último regalo: Más allá de la vida. Ya sabéis de qué escena hablo, aquella con Matt Damon y Bryce Dallas Howard...

Uhmmm... mango

domingo, 3 de abril de 2011

Optimismo exacerbado

En el número de marzo de Investigación y Ciencia ha salido un artículo en que se explican los intentos de simulación de las redes neuronales en un cerebro humano. La verdad es que es un trabajo bonito e interesante, pero la sensación que me dan muchas cosas de estas es la de un exagerado optimismo, y un cierto regustillo mecanicista. Por supuesto, todo lo que podamos aprender de estos estudios será muy valioso, pero que nadie espere que vamos a poder programar un cerebro en breve, y vivir en un chip de silicio. Ellos mismos comentan sobre el nemátodo C. Elegans (un gusano de lo más simple y feo, a pesar de su nombre):
...aunque el cartografiado de las conexiones existentes entre sus 302 neuronas finalizó hace más de 20 años, aún no se ha averiguado el modo en que esa sencilla red da lugar a un sistema nervioso funcional.
Caenorhabditis elegans

Por su parte, el cerebro humano tiene unos 100.000 millones de neuronas con más de 100 billones de conexiones. Además, la complejidad no es meramente un asunto cuantitativo; en muchos aspectos las capacidades humanas son cualitativamente distintas a las de otros seres vivos.

Al ver programas como Redes, o similares, parece que estamos a puntito, apenas a un pequeño paso, de comprender definitivamente el funcionamiento del cerebro, el origen de la consciencia, o la estructura última del cosmos. No se me ocurre un error más recurrente en la historia de la ciencia.

A los ojos de muchos, entre los que me incluyo, esta incertidumbre es lo que hace el asunto verdaderamente interesante.

lunes, 21 de marzo de 2011

Ecosistema galáctico

- Una galaxia es un ecosistema formado por planetas, astros, estrellas, meteoritos, órbitas, y el resto del universo de Orión.
- [Ptolomeo] Decía que la Tierra era un planeta inmóvil y que describía órbitas circulares.
- Una nebulosa es el nombre que le pusieron a un punto significativo en el universo.
- [Segunda ley de Kepler] El Sol barre a los planetas según el ángulo con más velocidad.
Siempre he pensado que los típicos libros de profesores que recogen frases graciosas de sus alumnos requerían de años recopilando material... pero ahora sé que podría escribirse uno de esos con sólo unos pocos exámenes.

La verdad es que la chiquilla de la primera cita muestra una gran imaginación. De hecho, las estrellas convierten en su interior el hidrógeno y helio formados en el Big Bang en otros elementos más complejos, los vientos de las estrellas ancianas hacen que estos se junten en granos de polvo de silicatos y carbono, la muerte de una estrella masiva (supernova) abona el medioambiente galáctico con nuevos elementos, y en el interior de algunas nebulosas una rica química combina los átomos en moléculas como agua, alcohol, o incluso aminoácidos. Además creemos que éstos sobreviven a la formación de un nuevo sistema estelar y que pueden viajar a lomos o en el interior de los cometas para sembrar los planetas, como la Tierra, con los ladrillos de la química orgánica. Sin la vida y muerte de las estrellas no habría planetas, y es posible que sin el metabolismo de las nebulosas tampoco habría vida. Todo esto me recuerda a las relaciones entre seres vivos, que se alimentan unos de otros, buscando los compuestos procesados por los demás. No sé de dónde lo habrá sacado, pero parece que no iba tan descaminada.


Podría seguir largo y tendido, pero tengo que plasmar mis propias ocurrencias en la introducción de una tesis, para disfrute de otros...

martes, 1 de marzo de 2011

Introducción al modelo unificado de los núcleos galácticos activos

Un astrónomo, un físico y un matemático (según cuentan) estaban de vacaciones en Escocia. Mirando por la ventana del tren distinguieron una oveja negra en medio de un prado. "¡Qué interesante -observó el astrónomo-, en Escocia las ovejas son negras!" A lo que respondió el físico: "¡No, no! ¡Algunas ovejas escocesas son negras!" El matemático miró suplicante al cielo y entonces articuló: "En Escocia existe al menos un campo que tiene al menos una oveja con al menos uno de sus costados de color negro."
Ian Steward, Concepts of modern mathematics

jueves, 10 de febrero de 2011

El lado místico del cerebro

La experiencia mística es desde luego una idea que merece ser difundida. Es un hecho que existe una experiencia de absorción completa, de unión con todo y abandono del yo. El samadhi hindú, el satori del zen, o la unión con Dios de los místicos cristianos y sufíes, son distintos nombres en distintas tradiciones para una misma experiencia. Todas coinciden en la dificultad de expresarlo con palabras. La interpretación que se haga de ello puede depender de tu condicionamiento cultural, pero lo que parece ser una constante es que el tener una experiencia de este tipo como fruto de tu esfuerzo, o de manera espontánea, te cambia la vida y tu forma de ver el mundo.

Si te estás preguntando que pensaría de esto un neurólogo te invito a ver este testimonio en una charla TED, en el que una experta en este órgano cuenta como vivió una experiencia de este tipo inducida por un infarto cerebral.




(El video a una resolución menor pero con subtítulos en español aquí (1/2) y aquí (2/2).

¡Gracias Jill! ¿No la encuentras realmente emotiva? ¿Está esto al alcance de todos? ¿De verdad podremos elegir? Si es así, ¿qué estamos haciendo?

lunes, 7 de febrero de 2011

Astrología

Me he encontrado por ahí esta curiosa noticia. Un tribunal de Bombay ha rechazado una demanda de una organización india que solicitaba a las autoridades "prohibir artículos, anuncios, episodios y prácticas que promoviesen la astrología y temas relacionados como vaastu, Reiki, Feng Shui, tarot, quiromancia y signos zodiacales". Curiosamente el fallo del tribunal declara que el Tribunal Supremo ya había considerado el asunto y determinado que la astrología es una ciencia, si he entendido bien, citando también un acta del gobierno en la que se declara la astrología como una '4000 year-old trusted science'. Esto me ha hecho pensar en quién y cómo decide lo qué es o deja de ser ciencia. Un asunto difícil en el que no quiero bucear aquí. Hoy no.

Ya he comentado que crecí entre libros de astronomía y telescopios. Los astrónomos aficionados, como toda tribu humana, no están libres de sus rituales, mitos y demonios. En nuestro caso el diablo es la astrología, esa forma de adivinación con una fonética tan parecida a la ciencia de los astros, con la que tan frecuentemente se confunde. Esta confusión imperdonable requiere una persecución en toda regla. Cualquiera que haya llamado astrólogo por error a quien no debía sabe de qué hablo... Pero si lo pienso mejor, ¿quién me ha erigido a mí como adalid de la racionalidad? ¿Quién me ha hecho juez? ¿Quién me ha otorgado la iluminación para decidir lo que no es?

Es un paso el darse cuenta de que nadie tiene que convencerte de nada. Tú te haces un modelo del mundo; lo que te vale entra. Suele funcionar así. A mí la astrología no me vale, no encaja. No explica lo que veo y siento. Pero cada persona es un mundo. Tan sencillo como eso.

domingo, 6 de febrero de 2011

Declaración de intenciones

Llevo dos semanas colgado de diversos periódicos digitales siguiendo las revueltas de Túnez y Egipto. Intento exprimir e interpretar cada pedazo de información que me llega, sus posibles consecuencias históricas y geopolíticas, enredándome en una maraña de argumentaciones, contraargumentaciones, opiniones, análisis, ruido, ruido, y más ruido. Declaro aquí y ahora que, a partir de este día, en este blog no habrá sitio para la política, aunque en ocasiones esta resulte una parte importante de mi tiempo en internet. Mientras, intentaré convencerme de aquello que ya intuyo: cuanto más analice el mundo en esos términos más lejos estaré de entender nada.

jueves, 13 de enero de 2011

Amanecer

Cuarto día en Garrucha. Suena el despertador; ya son las 8:00. Hoy no remoloneo, hay algo importante que hacer. Salgo de la cama y cruzo al baño de un salto, así no sentiré el frío matutino del apartamento sin calefacción. Me lavo la cara. Vuelvo al dormitorio a vestirme. Me pongo doble capa porque espero más frío del habitual. A la cocina. Rápidamente elijo algo para despertar a mi estómago. Agua. Leche de soja con chocolate. Eso valdrá. Beso de despedida y voy al salón a coger las llaves del piso. 8:08, hay que salir ya. Bajo apresuradamente la calle Tenis. A estas horas no soy el primero en llegar al Paseo Marítimo. La gente trabaja ya en el puerto. Camiones entran y salen, y algunos coches llevan a la gente al trabajo. Algunos tienen trabajo, pero yo tengo mi tarea y no me entretengo. Paso el puerto y llego a la playa.

Allí me doy cuenta de lo limpio que está el cielo almeriense, como sólo un cielo de invierno puede estarlo. El mar tiene un color azul cobalto y un brillo metálico que no perderá en todo el rato. En un amanecer hay un factor sorpresa, y es que no sabes el momento exacto en el que el primer rayo de sol va a asomar por el horizonte, así que tienes que estar muy atento. Sé que es inminente, porque unos pequeños cirros, muy pegados al horizonte, están teñidos de arrebol, marcando el lugar que hay que vigilar. Hace frío y parece que el tiempo se estira... Entonces me doy cuenta, acaba de asomar. El primer rayo no ha sido verde, pero sí mágico. Me acerco a la orilla mientras el sol sube y se va transformando en un semicírculo primero, en una vasija después, hasta que se separa del horizonte dejándose una lágrima pegada a éste, que rápidamente se disuelve. En los minutos siguientes van aumentando los reflejos en el agua hasta formar una columna de luz bajo el sol. El cielo está limpio y la luz es brillante. Duele mirar, pero miro. Los colores van pasando de cobre, a bronce, de este a oro, y a oro blanco, pero no se pierde el brillo metálico en ningún momento.

Pienso en los bichos que hay bajo el agua, que algunos se despiertan ahora y otros se irán a esconder. La columna de luz apunta a la costa norte de Argelia. Me acuerdo de la madre de mi novia, que vio este espectáculo sobre el Nilo. Pienso en el culto al sol como divinidad y lo entiendo. Pienso en la muerte. Cada momento del amanecer, cada segundo, cada instante, es distinto uno de otro. Mañana esta sucesión de momentos serán distintos e irrepetibles. Concluyo que la belleza está en lo efímero y esto hace que se aprecie con más intensidad. Me acuerdo del eclipse total de sol: belleza sobrecogedora en un suspiro. Pero también hay una belleza duradera, una belleza eterna, formada por la sucesión de momentos, no por los momentos particulares. Cómo las plantas repoblan, poco a poco, un monte quemado. Cómo salen y se pulen las montañas. Cómo nacen y mueren las estrellas en nubes de gas. Quizás eso me atrajo de la astronomía en un principio, la posibilidad de contemplar la belleza eterna, sin prisa.

Pero ahora hace frío y el sol se eleva. Decido volver a casa a entrar en calor, escribir esto, y disfrutar de una chirimoya madura. Otra vez lo efímero...